¿Qué es por definición un avalista?
Empecemos explicando claramente qué significa ser avalista en un préstamo hipotecario o personal. Según definición del Banco de España "El aval es un contrato por el que una persona física o jurídica garantiza o asegura el cumplimiento de obligaciones, asumiendo el pago una deuda de otra persona si esta no lo realiza".
Por ejemplo, un familiar se compra un coche y para que el banco le conceda el préstamo le solicitan un aval que haga frente a las obligaciones de atender las cuotas en caso de impago. Si tu familiar pierde su trabajo y no pudiera hacer frente a sus obligaciones de pago, el banco te solicitará a ti que cumplas con el pago o en su defecto te embargarán directamente.
¿Qué tipo de aval existe?
Hay diversos tipos de avales pero los más habituales que solemos encontrar son:
1) Aval personal: cuando la responsabilidad recae sobre un tercero en caso de impago por parte del titular. Embargarán saldos y si fuera necesario la nómina y/o pensión.
2) Aval sobre bienes: se avala a una persona con bienes o activos y la responsabilidad de pago recae sobre dichos bienes (por ejemplo un solar, una nave industrial, la propia vivienda, etc.)
¿Cómo afecta un avalista con respecto a la Ley de la Segunda Oportunidad?
Normalmente, si un juez aprueba a un deudor la concesión de la Ley de la Segunda Oportunidad (jurídicamente se conoce como aprobación del BEPI: Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho), esta exoneración debería extenderse a sus avalistas también pero en la Ley de Segunda Oportunidad es justo lo contrario.
Si el deudor principal es exonerado del pago de sus deudas, el avalista estará obligado a hacer frente a las deudas frente a los acreedores.
¿Qué opciones tiene un avalista?
Desde la Asociación AREC nos gusta informar con honestidad a nuestros asociados. Nos encontramos con personas que necesitan acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad y no quieren perjudicar a sus avalistas, por ello siempre estudiamos caso a caso para ver las mejores opciones para evitar un perjuicio indebido a terceros y si no fuera recomendable acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad siempre informamos a nuestros asociados.
Dependiendo de cada caso, por ello hay que estudiar minuciosamente la documentación, incluso el avalista podría acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad si éste no pudiera hacer frente a la deuda por insolvencia. Por otro lado, si cerramos un acuerdo con los diferentes acreedores, podemos negociar la inclusión del avalista en el acuerdo para evitar que le puedan reclamar su parte.
Si algún servicio jurídico os garantiza que solicitar la Ley de la Segunda Oportunidad no afectará a los avalistas es importante que desconfiéis puesto que no hay ninguna jurisprudencia que establezca que así vaya a ser.
La Asociación AREC es experta en la Ley de la Segunda Oportunidad y contamos con profesionales de larga trayectoria. Nos gusta ser honestos y rigurosos en nuestro procedimiento porque detrás de cada caso hay una familia a la que tenemos que rescatar de las deudas.
No dudes en contactarnos para que estudiemos tu caso.
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